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Todos consideramos  que practicar  un deporte  tiene una relación estrecha  con la buena forma física. Sin embargo demasiados deportistas muy a menudo no conceden mucha importancia a otro aspecto crucial en el rendimiento de un atleta, me refiero a la gestión de la mente. Un atleta puede haber seguido un entrenamiento  exigente y poseer  unas aptitudes físicas idóneas si no se encuentra mentalmente en forma, no sacara los resultados esperados.

El entrenamiento físico sirve para maximizar los atributos físicos del atleta pero el entrenamiento mental adecuado  mejora sustancialmente el rendimiento al sintonizar  la capacidad física obtenida con los objetivos deseados. Es de suma importancia ser consciente del enorme poder del pensamiento  sobre el rendimiento atlético. Sin embargo en un deporte de la mente como el Bridge la buena gestión de la mente ha de conseguirse y no viene de serie solo por el mero hecho de practicar  un ocio intelectual. Muchos jugadores de bridge  juegan sin sincronizar  cuerpo y mente, algunos incluso parece que piensan con los dedos de la mano y no con la mente. El jugador de Bridge puede haber leído todos los libros, aprendido todas las lecciones, si no gestiona su mental de manera adecuada no lograra ninguno de sus objetivos. Prefiero un compañero inferior al nivel técnico pero con una actitud mental positiva para lograr  una maximización de su rendimiento que un pseudo experto dormido, que juega de manera automática con una mente que parece desconectada.